Alguna vez estabamos todos, los cuatro.
Alguna vez me di cuenta que me daban lo que no esperaba.
Alguna vez me di cuenta y me quede callado.
Alguna vez lo hice por chingar.
Alguna vez envie cartas porque no podia hablar de amor,
sin ponerme rojo como un corazon frenético.
Alguna vez espere flores en mi puerta y recibi abejas.
Alguna vez acorrale corazones, como recurso desesperado para conseguir el amor.
Alguna vez todo lo pensaba y luego lo hacia.

Hoy dejo que el viento en mi cara marque mi destino.