domingo, julio 08, 2007

Acerca de las fotos y el centro de las cosas

Al alba, el asfalto despierta, se sabe nuevo, pero gris, como ayer y siempre. Escucha el coordinado movimiento de las cadenas que bailan al ritmo del musicleto que carga su acordeón en la espalda. Pequeñin recorre todo la vía con calma, conteniendo sus feroces piernas que desean acelerarse para intentar volar, y llevar el sonido de su instrumento a las aves.

Apenas empieza su camino, le preguntan - ¿a dónde va musicleto, al centro?-, él responde - el centro no existe, nada, ni nadie tiene centro, nunca esta allí, para llegar a él, hay que lidiar con muchas cosas, como la muerte- y sigue con la encrucijada.