martes, febrero 13, 2007

Me permeo este 14 de febrero

Hace mucho deje de escribir poemas de amor o lo que segun yo, son poemas de amor. No sé si es porque no he estado enamorado, porque el erotismo ha sustituido al amor o ya veo ridiculo esto de plasmar unos versos para una doncella a la cual le vale madre (no tengo resentimiento ja) los versos que con tanto esmero se fabricaron en la maquina de hacer oraciones-metafora-de un cuerpo hermoso.

Al contrario de lo puedan pensar, frecuento los textos con tematicas amorosas, (aparte de que abundan) escucho a Sabines, leo a Efrain Huerta, vuelvo a leer el 7 de Rayuela, etc.
¡¡¡ Ohh maestros!!!

Sabines: nada queda de mi, despues de este amor.
Efrian: éste es un amor rodeado de de jardines y de luces
y de la nieve de una montaña de febrero
y del ansia que uno respira bajo el crepúsculo de San Angel
y de todo lo que no se sabe, porque nunca se sabe
por qué llega el amor y luego las manos
- esas terribles manos delgadas como el pensamiento -
se entrelazan y un suave sudor de -otra vez- miedo,
brilla como las perlas abandonadas
y siguen brillando aun cuando el beso, los besos,
los miles y millones de besos se parecen al fuego
y a todo lo que parece poesía - y es poesía-.
Julio:
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

Ya pasaron los tiempos en los que aquella chica que era de mi gusto se merecía los versos mas rebuscados y poco poeticos, mal hechos y sentimentaloides., que pretendian todo y no conseguian nada.

Te puede volver pretencioso el amor?
Tal vez sea por eso, ya no busco nada. Ni poemas de amor, ni amor, ni doncellas.
Ahora me preocupan otras cosas como el sentido de la esperanza, que se pierde, se pierde con todo el mundo. (¿y el amor esta enfermo, moribundo?)

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